La calle 6 de O Novo Mesoiro exige en María Pita sus viviendas

Porque no son los primeros en sufrir las demoras en la entrega de sus viviendas, los vecinos de la calle 6 de O Novo Mesoiro no están dispuestos a tolerar nuevos retrasos. Para impedir que los meses sigan pasando en vano, medio centenar de ellos se concentraron ayer delante de María Pita.

Para las más de cincuenta personas que ayer se dieron cita delante del Palacio Municipal como medida de presión para obtener la entrega de sus viviendas todas ellas en la calle 6, tanto el Ayuntamiento, como la Xunta, la junta de compensación y las constructoras, son responsables del retraso en la recepción del vial, paso indispensable para poder tener acceso a los pisos. Si los contratos prometían las viviendas para enero de este año, las últimas informaciones que los vecinos barajan apuntan a que, al menos hasta septiembre, no podrán entrar en sus casas.

El obstáculo que separa a los futuros propietarios de sus hogares es como ya ocurrió hace meses con la calle 2 y la calle 5 la inconclusa urbanización de los viales que conectan los edificios, que sí están terminados, y listos para la ocupación.

Cadena

Tal como los afectados denunciaban ayer en una octavilla que repartieron a todo aquel que quiso leerla, su situación responde a una cadena de irresponsabilidades, que desemboca en un único perdedor, ellos. El primer eslabón critican lo componen las constructoras, al dedicarse a vender pisos y prometer una fecha de entrega, que luego no se cumple, por la no urbanización de las calles.

Ahí entra en juego la junta de compensación segundo eslabón, encargada de ejecutar las calles y zonas verdes. Según los vecinos, sólo se da prisa en concluir los viales de ciertas constructoras, como Fadesa, mientras el resto les importan un pimiento.

El tercer culpable es, según los afectados, la Xunta, que posee en la urbanización un edificio destinado a protección oficial, y ni aún así obliga a las promotoras a cumplir los plazos.

Por último, tampoco el Ayuntamiento cumple con su responsabilidad de tener acondicionadas las calles de su titularidad, o exigir a la junta de compensación que responda, pese a ser la tercera vez que se retrasa, siempre en el mismo barrio.

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