Doscientas familias llevan casi un año esperando un piso

Cerca de 200 familias esperan desde marzo para hacer la mudanza a su nuevo piso de Nuevo Mesoiro. Según los afectador, mientras la promotora Proinsa dice que es el Ayuntamiento quien tiene que pedirles la licencia, ésta alega que existen deficiencias en la obra que tienen que arreglar.

La historia se repite y los propietarios del edificio "Vista Hermosa" vuelven a protagonizar otro de los malentendidos entre promotoras y autoridades en el Nuevo Mesoiro. Cerca de 200 afectados llevan esperando desde el pasado mes de marzo a que se les entregue su piso, situado en la segunda glorieta de acceso al barrio. Mientras la promotora de la urbanización, Proinsa, culpa al gobierno local por no pedirle la licencia correspondiente, éste justifica el retraso argumentando una serie de requisitos que todavía están sin ejecutar en la obra. Se trata de pequeñas deficiencias detectadas por el arquitecto municipal en una visita al inmueble.

Los dueños de las viviendas, por su parte, no están dispuestos a retrasar más tiempo su mudanza ya que muchos están pagando un alquiler, que no baja de los 400 euros, lo que supone un gasto fijo todos los meses junto a la hipoteca del piso. Otros han recurrido a la casa de familiares y amigos con el trastorno que esto conlleva.

Un portavoz recordó ayer que, en la reunión mantenida el pasado sábado para tomar nuevas medidas, se encontraba una pareja, padres de gemelos, que tienen que vivir en un cuarto sin ascensor y que incluso los hay con problemas psicológicos, al no ver una rápida solución que repare los meses de espera.

Es más, basta con hacer un poco de memoria y recordar a las 366 familias de las calles 5 y 6, que estuvieron en una situación similar hace ahora un año, ante la falta de responsabilidad de unos y otros. Uno de los afectados señaló que, en el caso de ellos, las autoridades alegaban que era necesario dotar a la calle con un nombre y pavimentar los terrenos antes de que las viviendas fueran habitadas.

El grupo de vecinos opina que si en un primer momento, estos pisos suponían una "magnífica solución" para muchos jóvenes que no podían acceder a otra vivienda, los inconvenientes que se están generando por el retraso en la entrega están suponiendo un serio perjuicio para los inquilinos que, en algunos casos, tienen que ver con bodas aplazadas. Las 200 familias instan a los responsables a que tomen cartas en el asunto y cumplan con lo establecido en los contratos y en los compromisos adquiridos con los vecinos.

La próxima reunión está fijada para principios del mes de febrero, en donde se acordarán nuevas medidas de presión si el problema todavía subsiste, con manifestaciones parecidas a las que convocaron los anteriores afectados con cortes de tráfico. Además, tienen pensado solicitar una entrevista con Javier Losada.

Señala una de las portavoces que es necesario dar a conocer el problema porque, al mismo tiempo que ellos están a la espera de poder comenzar el traslado, la misma promotora está levantando otro bloque de edificios en Nuevo Mesoiro: "Y son miles las familias que podrían ser nuevas afectadas, por lo que la gente tiene que estar al corriente".

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