La asociación de vecinos de Matrogrande entregó ayer a los técnicos municipales las modificaciones sobre el proyecto que, en breve, convertirá el barrio en la tercera Zona 30 de la ciudad. De igual forma, el alcalde, Javier Losada, anunciaba que Nuevo Mesoiro se convertirá, en pocas semanas, en una área con velocidad limitada.Precisamente, ambas iniciativas vendrán a satisfacer las reivindicaciones que, durante meses, los residentes en los citados barrios expresaron al Ayuntamiento.
En general, las quejas criticaban la elevada velocidad a la que circulaban los vehículos por las calles de estos nuevos barrios, poniendo en entredicho la seguridad vial en zonas en las que, de manera especial, hay una gran cantidad de niños.
Sin embargo, últimamente las entidades vecinales han denunciado, también, la proliferación de carreras ilegales de coches en el casco urbano.
Tanto en Nuevo Mesoiro como en Matogrande, las vías se prestan a este tipo de prácticas, ya que se trata de calzadas bastante anchas y largas.
En concreto, en Matogrande, el presidente de la asociación de vecinos, David Alba, considera que "hay calles que son un verdadero peligro". Es el caso de la de Enrique Mariñas, "que como, tiene pendiente y es bastante prolongada, es propicia para este tipo de rally", asegura Alba. De igual manera, la calle de Sebastián Martínez Risco se convierte habitualmente en un circuito improvisado, con el peligro añadido que supone la ubicación de un colegio en sus inmediaciones.
Respecto a Nuevo Mesoiro, la situación es bastante similar en las calles de Ribeira Sacra y Fragas do Eume y en la avenida de Nuevo Mesoiro.
Dichas conductas temerarias suelen programarse de noche y, sobre todo, durante el fin de semana. La mayoría de los participantes son jóvenes, que llegan a duplicar la velocidad permitida en estas zonas.
La limitación a 30 kilómetros por hora y la instalación de bandas rugosas de entre nueve y quince centímetros de altura que obliguen a reducir la marcha o, en algunos casos, a parar fue bien acogida entre los vecinos, que ven con buenos ojos que sus barrios se conviertan en zonas de preferencia peatonal.
Actualmente, Adormideras y Los Rosales ya disponen de estas medidas. Sus respectivas asociaciones de vecinos hacen un balance positivo desde su implantación, aunque reclaman que la Zona 30 llegue a otras vías como la avenida de Hércules en Monte Alto o la calle de Simón Bolívar en Los Rosales.
La contaminación acústica se reducirá con la implantación de la preferencia peatonalOtro de los beneficios que -aseguran los vecinos- traerá la implantación de las nuevas Zonas 30 será la reducción considerable del ruido en los barrios. Desde las entidades vecinales de los barrios más nuevos de la ciudad, aseguran que la contaminación acústica ha sido, desde su creación, una de las quejas recurrentes de los vecinos. De esta forma, con la implantación de la preferencia peatonal, el ruido de los vehículos al transitar por las calles se verá reducido considerablemente. No obstante, ya hay quien ha alzado su voz para protestar por las molestias que produce el sonido provocado por los coches atravesando las bandas rugosas. Según la presidenta de la asociación de vecinos de Los Rosales, Marga Queijo, varios vecinos ya han trasladado esta queja a la entidad, aunque "son los menos y hay que tener en cuenta que la seguridad que ofrecen dichas mejoras es lo más importante", aseguró Queijo.
Los vecinos se muestran divididos sobre el cumplimiento del límite de velocidadEn esos dos barrios coruñeses ya tienen experiencia en el tema de la Zona 30, y aunque en general el balance es positivo, entre los vecinos, sobre todo de Los Rosales, impera la sensación de que los conductores, en su mayoría, superan el límite de velocidad impuesto.
A partir del próximo mes el barrio de Mesoiro pasará a formar parte de la denominada Zona 30, en la que ya están incluidos Los Rosales y Adormideras. La finalidad es reducir el número de accidentes y atropellos en estas áreas prácticamente residenciales, y en las que no está justificado conducir a mayor velocidad. Los vecinos de Matogrande también han solicitado que se implante esa restricción circulatoria en su barrio, medida que apoyan las asociaciones de vecinos.
Adormideras fue el área pionera de esta Zona 30, en el año 2005. Un gran letrero en la entrada advierte de la prohibición de conducir a más de 30 kilómetros por hora, a lo que también colabora unas bandas rugosas que entorpecen el paso de los coches, y "animan" a los conductores a reducir la velocidad. Los vecinos están muy satisfechos con la medida, y en general consideran que ha reducido el peligro para los peatones. La peculiaridad de Adormideras, que no es zona de paso, sino "fin de trayecto" circulatorio, ayuda también a que los vehículos no alcancen velocidades demasiado altas, y por norma general se respetan los 30 km/h.
El panorama no pinta tan bien en Los Rosales. El barrio es más grande y las largas rectas "invitan" a los conductores a pisar el acelerador. Por eso los vecinos no tienen tan claro que la medida de restringir la velocidad haya sido de tanta utilidad, porque apenas se cumple. Algunos están convencidos de que sólo la presencia policial puede hacer cumplir la norma. A pesar de todo, se respira un ambiente de mayor tranquilidad entre los peatones cuando deciden atravesar la calzada.
El ideal Gallego 13-07-2007