El piso es un derecho, no un privilegio
“Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa; el piso es un derecho, no un privilegio”. Alrededor de un millar personas se concentraron ayer en la Puerta del Sol para reclamar una vivienda. Con mucho calor, mucha policía y menos gente que en las dos anteriores concentraciones, la última terminó con enfrentamientos entre jóvenes y agentes, los manifestantes reclamaron a gritos una posibilidad para independizarse de sus padres. La misma escena se repitió en otras ciudades españolas.
En Madrid, los manifestantes, 700 según fuentes policiales, se concentraron en la Puerta del Sol a las 19:00 horas. Desplegaron pancartas y pidieron a gritos al Gobierno central y autonómico que bajasen los precios de las viviendas. La mayoría eran jóvenes entre 25 y 35 años que coincidían en que comprarse una casa en la capital española está fuera de sus posibilidades.
"Vivo con mis padres, tengo 28 años y dos trabajos. Soy editora y profesora. Soy autónoma, no tengo pareja y no me dan una hipoteca. Y encima esperan que formemos familias, es imposible, se boicotea a la familia. No se pude formar nada", declaró Marina Conde, una de las manifestantes. Acompañaba por dos amigas, que también viven en casa de sus padres, Conde explicó que se había enterado de las concentraciones por Internet. "He recibido correos electrónicos y aquí estamos, somos menos que la semana pasada, la policía se pasó".
Desde los primeros minutos de la concentración, una treintena de miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) se paseaban por la Puerta del Sol identificando a manifestantes y a fotógrafos. La semana pasada hubo enfrentamientos cuando los manifestantes quisieron romper el cordón policial y cortar las calles al dirigirse hacia las Cortes, aunque esta vez y durante las dos horas que duró la concentración, los participantes no se movieron de la Puerta del Sol y se limitaron a silbar a los policías.
Corearon gritos contra el gobierno autonómico. “Espe, Espe, especulación; Más vivienda, menos M-30” y en los corrillos que se formaban pedían más unión. “Ayer tuvimos una asamblea en la Universidad Complutense, la idea es que nos unamos más. Esperamos que algunos de los grandes sindicatos se impliquen, lo tienen que hacer porque esto es una lucha de primer orden”, declaró Rubén Fernández, representante del sindicatos de Estudiantes.
Éste sindicatos está intentando una gran movilización para el próximo 24 de junio en la capital madrileña. Tanto Fernández como otros jóvenes pedían a la gente “que se moje, los jóvenes no se pueden quedar en casa de sus padres viviendo 30 ó 40 años ni tampoco se pueden conformar con hipotecas que no les dejen vivir. Hay que dejar huella para que se empiece a mover esto. No es normal que un piso en Lavapiés de 30 metros cuadrados te cueste 30 kilos ”.
Aparte de la manifestación del 24 de junio, el próximo domingo, en el mismo sitio, se ha convocado otra concentración pacífica para corear los mismos gritos: “la lucha está en la calle y no en el Parlamento” o "Quiero vivir y no sobrevivir".
Lo que piden
Los argumentos de las sentadas por una vivienda digna se han recogido en un manifiesto en Internet. En él se pueden leer, entre otras, las siguientes demandas:
1.-Incremento del gasto público en la construcción o puesta en el mercado de vivienda protegida, preferiblemente de promoción pública y en ayudas directas al alquiler.
2.-Enérgico aumento de la presión fiscal sobre los titulares de viviendas secundarias y, sobre todo, para los de viviendas vacías.
3.-Informes mensuales rigurosos, amplios e imparciales sobre la evolución de los precios de la vivienda, y revisión del peso del coste de la vivienda en el cálculo del Índice de Precios al Consumo.
4.-Creación de una agencia de control del fraude inmobiliario con amplios poderes.
5.-Supresión de trabas administrativas a la autoconstrucción de viviendas y fomento del cooperativismo como vía alternativa para la construcción de viviendas.
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