Cada día se va respirando más ambiente de auténtico barrio

El dinamismo del barrio, depende en su mayor parte de los locales comerciales. La panadería, la peluquería o el videoclub se convierten en los puntos de encuentro en este tipo de ciudades dormitorio. Una farmacia y un ultramarino son los negocios que más han celebrado los vecinos.

«Esto ya empieza a parecerse a un barrio de verdad, ya puedes hacer la compra y encontrar una aspirina», dice una de las clientas en la tienda de alimentación. La botica se trasladó de la calle Castiñeiras -en la zona de Cuatro Caminos- el pasado noviembre. La farmacéutica asegura que se encuentra muy a gusto con el cambio.

«La farmacia era primordial, por fin ya la tenemos al lado de casa. Antes teníamos que coger el coche si necesitabas aunque fuera una tirita», comenta una de las clientas.

La cervecería Garota ofrece comidas por 7 euros a los obreros que durante la semana abarrotan su local. Estos tres nuevos negocios se suman a los pioneros: O Lambón, la Cervecería Mesoiro y la peluquería Carmele, que fueron los primeros en apostar por darle vida a este nuevo barrio. Abrieron el pasado verano, y van notando cómo se han incorporado nuevas familias a esta urbanización. El más veterano es O Lambón, que despacha desde bocatas hasta grapadoras. Inauguraron el 11 de junio del pasado año, con la intención de dedicarlo a prensa y gominolas, pero la demanda de los productos básicos de alimentación les hizo incluir una estantería con productos de primera necesidad: pan, huevos, leche y embutidos. «Cada día más se va respirando ambiente de auténtico barrio», comenta la propietaria. «Los domingos, la gente ya se va reconociendo en la cola del pan», destaca.

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